21 March 2013

Cadáver exquisito

I was waiting for this moment so I could eventually begin with this project. I don't think there is a better way to start this blog about literature than with literature. PURE literature.
Even though this is going to be mainly focused on the analysis of certain important writings - or not as important - for the history of literature around the world - and especially in Britain and the States -, own created literature is also important. Thus, here you have an important writing for me, though in Spanish. Written with one of the best persons I have met during these last three years, it is the first we do but it is not the last one. Enjoy it.

20/03/2013
Patricia Embid
Mónica Capacés

Déjate llevar

 Él se hallaba sentado en la roca, impasible observando el cielo infinito azul, “porque este amor es azul como el mar azul”, eso me dijo al besar mis labios llenos de vida y de palabras dichas y sin decir, por miedo a que la gente sospechara, o no. Después de esa tarde yo ya no iba a confiar en él, ni en nadie. Y es que se me va, se me escapa entre los dedos de los pies, de mis manos, la arena fluye, panta rei, ¡oh no! La profesora de latín me había vuelto a preguntar la lección. Últimamente todo iba de mal en peor desde que él se había ido a comprar tabaco, porque tenía miedo: a lo claro, a lo oscuro, a lo bello, a lo feo, a lo transcendental. No me gustas cuando callas, estás ausente en su mundo como si nada más le importase. Después de perderlo todo lo único a lo que aspiraba en la vida era a caminar sin rumbo En ese momento tampoco le importaba nada más. Me caigo, me levanto, despierto, no veo, la brisa me roza la cara, las ideas se aclaran, la vida no importa… ¿o sí? ¿o no? ¿o sí? ¿o no? Todo eran continuas preguntas sin respuesta. Un “never ending process” de desilusiones, de idas y venidas. Aún así lo quería volar, desaparecer. La vida nos sonríe agriamente mientras la vemos pasar. Los sinsentidos nos llenan a veces, cuando no pensamos, cuando todo da igual. Nada había cambiado desde el día en que la vió. Seguía igual de enamorado que siempre. Pero ella no sentía lo mismo. Así es la vida, unos van, otros vienen. Pero no están seguros de su decisión, a pesar del tiempo que nos marca la cara, las venas, los sentimientos y ya no duele, o quizás… porque en ese momento nadie podía saberlo. La cima estaba lejos, pero sólo había que luchar por ello y quién no lo intenta no gana. Podía ser una Elinor o una Marianne, y la segunda opción era la que definitivamente ganó el duelo.